13 sept 2014

EL DÍA QUE LA LUNA SE ENTREGO AL SOL.



ELLA:

Tan lejano, gran parte de la mañana, luego viene hacia mi con tanta luz y tanto calor abrigador; usted me hace sentir bella, me da vida y una misión: alumbrar la noche de la ciudad. Pero realmente sin su existir, yo nada soy… Tanta banalidad no cabe en mi presencia, no tengo vida propia, dependo de usted completamente, pero no es un reclamo, no lo mal interprete, su vida creando la mía es lo mejor que me pudo pasar… Tan sólo soy la luna, un satélite que vive de amor por usted, y usted lo es todo… Tan grande y poderoso, nadie se puede acercar tanto a usted, por que les causa estragos; míreme a mi, aquí llorando por usted cada mañana que esta tan distante, luego por las noches me abriga y contemplo su dulce y tierna mirada sin poder hacerle el amor por kilómetros de distancia, pero me encanta; será mi fantasía de cada día para tenerlo después cada noche, que me llene de su plasma y me de brillo propio. Será el dolor mas fenomenal y esperado para mi… Y todos lo recordarán como el día en que ‘’La Luna se entrego al Sol’’.


ÉL:
Usted, mi universo dentro de mi mundo, el cual contemplo desde lejos como algo tan distante, algo tan divino que no puede ser tocado por un simple mortal como mi persona, algo que esta fuera del alcance de los mismo Dioses, que la observan con envidia desde abajo de su gloria.


Ha llegado usted a mi vida para rescatarme de mi infierno, para matar a mis fantasmas y besarme todo el cuello; cada noche que la veo yo renazco como Fenix, y mi alma brilla como mil soles al contemplar la inmensa calma de sus ojos como lunas.

Dejeme tocarla allá arriba desde el cielo, y unir nuestros soles y nuestras lunas, para crear un nuevo universo distinto a todos los demas, donde pueda besarla por toda la eternidad y en cada beso formar galaxias, en cada suspiro estrellas y en cada gemido paraisos eternos.

Agradezco que me deje contemplarla cada noche desde abajo, de mi inframundo, porque cuando estoy apunto de morir a causa de mi dolor, miro al cielo, y la veo a usted, a esa luna hermosa, y resurjo de mis cenizas.


TIEMPO DESPUÉS

Todo termino, es cierto, se esfumaron esas noches de esperarte, las llamadas para escuchar tu linda voz, y mis anhelos de poder mirarme en esos ojos; la herida ha sanado, sí, pero la cicatriz aún duele, fuimos todo y fuimos nada, te agradezco el formar parte de mi vida, el rescatarme de un futuro incierto, y alegrarme con tus ocurrencias los días venideros.
No paso por un buen momento de mi vida, la verdad es que he vuelto a estar jodido, pero tengo el suficiente optimismo y valor para seguir adelante, y eso es algo que aprendí de usted, mi Diosa Griega; que me enseño a no darme por vencido y me lleno de consejos, y aunque ahora no seamos los mismos, y ciertamente nos hemos distanciado (ironía, ya que siempre fue la distancia el problema de todo) déjeme decirle que yo aún la aprecio, y espero que usted muy en el fondo de su alma no tenga resentimiento hacia mi persona. La quiero, por formar parte de mi vida, usted tiene un espacio en mi corazón reservado como una de las personas mas bellas que han entrado en él, le deseo lo mejor del mundo y sabe que siempre tendrá aquí a un hombre en cual confiar para lo que sea, para todo.
con cariño, Miguel.