9 oct 2014

LAILA





En un día como hoy pero de mil novecientos noventa y tres,
una mujer daba a luz a la que sería la mujer más hermosa de todo el universo.
Ese día en que el mundo albergo la esperanza y se acerco a su creación mas perfecta.

Cuenta la leyenda que aquel 09 de octubre brotaron dos arcoiris increíblemente radiantes, 
como dos sonrisas de parte del cielo hacia la tierra, como un gesto de aprobación de parte de los dioses. 

Y que hubo un festín en el Olimpo, donde los doce dioses celebraron la llegada de aquella maravilla creada por los humanos. Dicen por ahí, que Afrodita sintió celos, al contemplar a una mujer más bella que ella misma.

Hoy, veintiún años después, tengo la fortuna de haber visto con mis propios y mortales ojos a esa mujer frente mío, y poder perderme en ellos. No tengo manera de describir sus enormes ojos, más que manantiales para los sedientos y perdidos.

Deberías escucharla, ya que habla mucho, y tiene mil anécdotas que contarte, lo hace de una manera tan dulce y sincera que te hace sumergirte en sus historias y en el movimiento de esos hermosos labios que tientan a robarles un beso y morderlos lentamente.

Yo, como todo ser humano, he caído en su belleza, 
confieso que no paro de pensar en ella cada día 
y busco la manera de plasmarla en mis escritos para poder encontrarla ahí cada vez que la necesite.

Pero no hay que hablar de mi, sino de ella,
que es luz en la penumbra de este mundo oscuro,
que esparce felicidad con solo una sonrisa suya,
y que cada vez que la miras te dan ganas de pecar con ella.

Quizás yo no entregue flores ni pasteles,
ni regalos convencionales que todo el mundo hace,
pero entrego algo aún más importante,
mi corazón abierto para ella,
donde ella tiene viviendo desde hace ya algún tiempo,
entrego mi corazón,
porque ya no me pertenece, 


Es tuyo Laila.