30 jul 2014

AVE FÉNIX



Resurjo.
He pasado por calvarios interminables en la vida, por desamores demoledores, y melancolías infinitas.
He visto mi mundo a punto de acabarse, o de terminarlo por mi mismo, he meditado y he llorado penas en la penumbra de mi habitación y vivido estando muerto en mis adentros.
He envidiado y odiado a los felices, he maldecido sus risas y besos, y he deseado lo peor para los amantes.
Yo mismo me estaba consumiendo en la negatividad de mi persona, en el demonio que alimente por tantos años con mis pensamientos.
Me refugie en las películas francesas y el licor a medianoche, en la desnudez de un cuerpo y el calor de lo vacío.
Prácticamente estaba muerto en vida, y cada día el fuego de mis miedos me quemaba y marchitaba parte de mi alma.
...
Pero, como Ave Fénix, he renacido.
He visto como las mismas flamas me han reconstruido, mi alma ha reencarnado en un ser magnifico, en un ser glorioso. Desde las cenizas he levantado la mirada, y poco a poco mis alas se abren para emprender un nuevo viaje hacia lo desconocido. Mi alma se llena de sentimientos que creía muertos, mis ojos han cambiado porque ahora ven el cielo, mi mirada penetra entre las estrellas y cada vez me acerco más a ellas, cada vez que mis alas se mueven estoy a punto de alcanzarlas.
No volteo hacia abajo, no deseo ver el inframundo, mi objetivo es el cielo, el olimpo, la gloria o como quieras llamarlo.
Mi destino es la grandeza, la felicidad, la armonía espiritual, mi destino es liberarme del Samsara para vivir en el Nirvana.
He renacido, soy otro pero sigo siendo el mismo, pero ahora perfeccionado, siendo enteramente imperfecto.
He renacido, de las cenizas y la muerte,
He vivido el fin para volver de nuevo a mi principio.
Resurjo.