16 jul 2014

PARA MI DIOSA GRIEGA




Se encontraba usted mirándome con esos grandes ojos,
la mirada más tierna que mi vida había contemplado,
eran dos ojos como lunas, grandes y tan llenos de misterio,
que cambiaban de color a cada pestañeo.

Musa, quiero decirle que sufro cada noche el no poder besarlos,
por la jodida distancia que nos separa,
y me llena de rabia no poder devorar esos labios,
los cuales emanan la voz más dulce de toda Grecia.

Confieso que me mata cada parte de su cuerpo,
desde su bello rostro, tan perfecto y lleno de ternura,
bajando por sus dos hermosos senos, motivos de mi insomnio,
en los cuales mis ojos se pierden sin descanso
y hacen reaccionar mis deseos más perversos, 
Hasta llegar a aquellos dos pilares de sus piernas,
que sostienen todo ese majestuoso templo.

He amado cada centímetro de su anatomía,
solo usted entenderá que he amado hasta sus rodillas.

Quiero decirle que muero por verla,
sueño conocer por fin a una Diosa Griega,
y poder hacerle el amor en el Olimpo,
y fornicar por toda Esparta.
y vivir el resto de mis días a su lado, 
hasta que mi vida se extinga sobre su eterna gloria.
Discúlpeme el atrevimiento,
solo soy un mortal enamorado.